Pensamiento diferente para conseguir resultados diferentes.
La creatividad técnica es el conjunto de métodos y procedimientos que tienen por objeto la generación y la gestión de ideas innovadoras. Las ideas innovadoras, por su propia naturaleza, son difícilmente accesibles por el razonamiento habitual y para llegar a ellas se han de utilizar razonamientos especiales. Este tipo de ideas son útiles en la gestión empresarial en general y son imprescindibles en los procesos de innovación. Así mismo son la base de los métodos de resolución creativa de problemas.
Para generar ideas se dispone de las técnicas que facilitan el razonamiento creativo, que se pueden utilizar por cualquier persona entrenada en ellas. La gestión de las ideas consiste en aprovechar al máximo cada idea obtenida, por su propio valor o como base para la generación de nuevas ideas y para ello existe también una serie determinada de herramientas.
Las técnicas de creatividad se pueden dividir en dos grandes grupos que tienen un objetivo común, pero que utilizan métodos diferentes: la creatividad basada en la psicología (PBC) que incluye técnicas de propósito general y la creatividad basada en el conocimiento (KBC) específicamente orientada a los temas técnicos.
Creatividad basada en la psicología
La PBC tiene sus orígenes en los trabajos desarrollados por Alex Osborn y William Gordon a mediados del siglo XX. Osborn publicó en 1953 el texto “Applied Imagination”, donde sienta las bases de lo que posteriormente sería el Método Osborn-Parnes de resolución de problemas y describe el Brainstorming, que se ha convertido en la técnica de creatividad más popular y de la que se han hecho más variantes. Por su parte Gordon publicó en 1961 el libro “Synectics, the development of creative capacity”, describiendo la técnica denominada Sinéctica, con la que se obtuvieron desarrollos tecnológicos importantes, lo que contribuyó a la aceptación generalizada de las técnicas de creatividad a partir de los años setenta.
Desde entonces hasta la actualidad la PBC ha tenido un desarrollo sostenido y desde los años ochenta es una disciplina universitaria. Se han publicado centenares de trabajos entre los que destacan el libro “Lateral Thinking” de Edward de Bono, el “Source book for creative problem solving” de Sidney Parnes, los textos fundamentales de Robert Sternberg “Thinking and problem solving” y “Handbook of creativity”, y los diferentes trabajos de recopilación realizados por la Harvard Business School.
El fundamento de las técnicas es la alteración psicológica del razonamiento, mediante la modificación de la información que el cerebro utiliza en un momento determinado. Según la forma en la que se realiza ese condicionamiento existen cuatro tipos fundamentales de técnicas: de enfoque-concentración, de aleatorización, de asociación y de secuenciación.
Las técnicas disponibles son numerosas. Algunos ejemplos, además de las ya mencionadas Brainstorming y Sinéctica, son: el Brainwriting, la Inducción, los Seis sombreros, el Reversal y el Concept fan. Hay que tener en cuenta que cada técnica tiene unas características diferenciales y un campo de aplicación definido, por lo que hay que elegir la adecuada a cada circunstancia.
Aportaciones recientes son la Cocreación basada en la participación de un gran número de personas, generalmente usuarios de un producto o servicio, y el Serious play, donde el razonamiento se apoya en un conjunto concreto de piezas de Lego®. En ambas técnicas es necesaria la participación de un especialista para dirigir las sesiones.
Creatividad basada en el conocimiento
Este grupo está formado por la metodología TRIZ y algunas técnicas derivadas. La palabra TRIZ proviene del acrónimo ruso ТРИЗ que significa “Теория решения изобретательских задач” y que se puede traducir como “Teoría de resolución de problemas de inventiva”.
El TRIZ lo creó el ingeniero ruso Genrich Altshuller mientras trabajaba en el departamento de patentes de la URSS. Entre 1950 y 1980 desarrolló la teoría y publico sus primeros textos en ruso. A partir de 1980 el TRIZ se hizo popular en Rusia y se empezó a aplicar en las empresas y a enseñar en las universidades. También en este periodo se crearon las primeras consultoras de servicios de TRIZ.
En 1990 se tradujeron dos libros de Altshuller al inglés, “Forty principles” y “The innovation algorithm” y el TRIZ inició su expansión por Estados Unidos, Japón e Israel. En el año 2000 Semyon Savransky publicó el texto“Engineering of creativity”, con una recopilación detallada de la base teórica y se generalizó la aplicación del TRIZ. Actualmente la metodología TRIZ se utiliza en muchas empresas importantes de fabricación de productos; hay una extensa bibliografía, entre la que destacan “TRIZ technology for innovation” de Isak Bukhman y “Trizics” de Gordon Cameron; se publica una revista, “TRIZ Journal”, y hay cuatro asociaciones de practicantes de TRIZ.
El TRIZ se aplica a los sistemas físicos, que define como conjuntos de elementos físicos que interaccionan con un propósito determinado; está centrado en el propósito, y se puede utilizar para corregir (eliminar problemas), mejorar (hacer más eficientes) o diseñar los sistemas. Recientemente se han introducido procedimientos para aplicar TRIZ al software.
Las bases son una extensa teoría propia de los sistemas y el principio de abstracción que dice que todo sistema físico no ideal se puede abstraer, aplicar un operador al sistema abstracto y volver a especificar a un sistema físico con mayor idealidad que la que tenía al principio. Los conceptos de operador y de idealidad de un sistema son fundamentales en el TRIZ.
El TRIZ incluye un conjunto de parámetros propio para caracterizar los sistemas; grupos de operadores, como son los principios de inventiva, los principios de separación y los standards, y procedimientos de análisis para el estudio de los sistemas entre los que se cuentan el análisis de contradicciones, el análisis sustancia-campo, el análisis por agentes, la determinación anticipada de fallos yla evolución dirigida. Así mismo hay un procedimiento algorítmico para la resolución de problemas, denominado ARIZ.
La metodología TRIZ es ciertamente compleja y para utilizarla se requiere un proceso no trivial de aprendizaje, a cambio proporciona resultados excelentes, muy novedosos y que atienden a la eficiencia, la calidad y el coste de los sistemas.
Jaime Beleta
Consultor en estrategia e innovación
Miembro de la European Association for Creativity and Innovation y de la European TRIZ Association