El experimento de Milgram es lo más inquietante que he leído en mi vida, incluso más inquietante que la mirada de Damien en “La Profecía (1976)”. Lo releo periódicamente y su lectura invariablemente me afecta.
Una vez asimilé las ideas de este psicólogo, supe interpretar muchas situaciones que he vivido a lo largo de mi vida y que ahora comprendo mejor.