QEV Technologies, BTECH y Ronn Motor Group, compañías pioneras en la nueva movilidad, unen fuerzas en una alianza estratégica y presentan un ambicioso proyecto para la reindustrialización de la planta Nissan en Zona Franca. La joint venture se afianza como la candidatura con más opciones, con un plan pionero centrado en el lanzamiento de un Hub de Descarbonización. Un proyecto innovador que cuenta con un amplio apoyo empresarial e institucional, y que transformaría la fabricación de vehículos eléctricos y de hidrógeno del país, situando a España como país referente a nivel internacional en movilidad eléctrica.
Viewing entries tagged
nissan
Pero seguro que sabes lo que es el Balanced Scorecard :(
A las 10 de la mañana recogía el pasado lunes un coche que había alquilado para una visita comercial en la zona de Cartagena. Mi secretaria había reservado un coche en Hertz, compañía con unos precios muy competitivos. Puedo entender que por un tema de costes tengan el checkin y checkout en la última punta del aeropuerto, pero lo que nunca he entendido es la brutal lentitud con que te entregan el vehículo, que por el mismo precio podría ser un proceso casi instantáneo. Esperas, papeleo, firmas a montones, ... Después de unos meses sin visitarles, ¡todo estohabía mejorado sustancialmente! y como consecuencia, me fui muy satisfecho con mi coche a visitar a un cliente potencial con gran potencial...
Días más tarde he desvirtualizado una relación 2.0, con la misma persona a la que planté en mi anterior post y que dicho sea de paso, no parecía guardarme especial rencor. Era un ex directivo de Hertz que, entre otras cosas, me habló sobre su experiencia en la implantación de "Hoshin Kanri" en ésta multinacional americana. No pude evitar recordar el proyecto en el que descubrí esa extraña palabra japonesa. Han pasado 7 años desde que me tocó certificar para un fabricante de automóviles japonés que el despliegue de los objetivos estratégicos, realizado utilizando la metodología de "Hoshin Kanri", era correcto y que el cumplimiento de los objetivos que tenían asignados todos los mandos de la organización, desde directivos hasta el último encargado de turno, eran consistentes con los objetivos que se le habían asignado a la unidad de negocio española dentro del gran plan de reducción de costes lanzado por el entonces Presidente Mundial.
Conocedor de la potencia de un "Hoshin Kanri"(Dirección por políticas) bien implantado, asocié la mejora en la calidad en el servicio de Hertz con la implantación de la poco conocida metodología de Dirección por políticas. Aplicando el principio de la Navaja de Ockham, me pareció lo más razonable.
Muchos conoceréis el "Balanced Scorecard" de Norton y Kaplan, una idea americana con un marketing potente, mal interpretada por todos, maltratada por ejecutivos y consultores y que al final ha servido para bien poco en este país, aunque algunos piensen lo contrario(los que la venden, y los que han pagado una pasta y se ven obligados a pensarlo para mantener la autoestima).
Hasta que no has visto plenamente implementado "Hoshin Kanri" en una compañía, no tomas conciencia de las chapuzas que se han realizado con el mal traducido "cuadro de mando integral".
El trato, interpretación, uso y perversión que se ha hecho de la metodología de Norton y Kaplan es digna de figurar en los anales de la historia del management nacional(en el extranjero no sé que pasa).
Enumero los principales despropósitos en la interpretación de la herramienta:
- La traducción absolutamente incorrecta ha llevado a mucha gente a interpretarlo como un cuadro de indicadores estratégicos y ya está. ¡¡¡NO!!! Balanced Scorecard es una potente metodología para el establecimiento, despliegue y asunción de objetivos estratégicos.
- Incluso en el caso de las organizaciones en las que inicialmente se consideraba el proyecto en plena magnitud, con el tiempo se ha deteriorado sin llegar a constituir el cuerpo de la cultura de gestión de la empresa.
- Los implicados son a lo sumo los dos o tres primeros niveles organizativos. Se debería implicar desde Dirección General hasta el último supervisor del turno de noche del fin de semana. Es una herramienta que permite alinear a toda la organización con los objetivos de Dirección.
- Se ha pretendido implantar en unos pocos añitos. La metodología de Balanced Scorecard bien aplicada supone la inversión de años de cambio cultural. Sin embargo si te compras un libro de Balanced Socrecard habla fundamentalmente de Mapas, iniciativas, metas, ... Pero de la cultura organizativa que admite esto, poquito.
- Se han realizado grandes inversiones en tecnología para que el sistema fuese eficiente y el Balanced Scorecard es soportado informáticamente por muchísimos aplicativos. Se han preocupado en hacer eficiente el sistema de registro de la información (más sólido que eficiente) y nadie se ha preocupado de que realmente fuese útil el sistema de planificación estratégica.
Frente a la metodología americana, la metodología japonesa se impone con claridad. Frente a los desastres en la implantación del Balanced, los dos casos que conozco de implantación de Hoshin son impecables(ya se que estadísticamente no es demasiado, pero el post queda bien así). Existe una prueba muy sencilla de verificar y que debería de ser capaz de echar por tierra el orgullo que muestran, por desconocimiento, los directivos que usan los famosos cuadros de mando. Te vas a un encargado de la fábrica que la empresa tiene en Valdemorillos de la Sierra y le preguntas que es el Balanced Scorecard, si no tiene ni idea es que la implantación fracasó. Prueben a hacer lo mismo en Nissan. Todo el mundo sabe lo que es el Hoshin Kanri porque forma parte de la cultura de empresa. No puede ser que algo tan estratégico no sea conocido por todos. Si se preguntan porque Carlos Ghosn entró en Nissan y fue capaz de darle la vuelta, la respuesta es Hoshin Kanri bien implantado.
Pero el problema no es la metodología.
El que opta por Hoshin Kanri es porque lo ha comprendido,
realmente cree en él y tiene la fime voluntad de implantarlo.
El que opta por Balanced Scorecard lo hace porque acaba de oír de él, porque está de moda, porque suena bién, porque una consultora le ha convencido hábilmente de que era absolutamente necesario (para poder vender cientos de miles de euros en adaptación de los sistemas entre otras cosas), porque tiene problemas que no sabe como resolver y se agarrá a unclavo ardiendo para salir de la situación.
Hoshin Kanri requiere de una organización disciplinada. En la empresa japonesa en que lo descubrí todo el sistemas se llevaba de manera impecable ¡EN PAPEL! ¿y necesitaban la tecnología? ¡PARA NADA! Explíquenle esto a un Director de Organización y Sistemas. ¡NO ENTENDERÁ NADA!
Tecnificar el Hoshin Kanri ralentizará el proyecto desviará la atención de lo esencial, que es el cambio cultural y hará que el proyecto fracase.
Después de finalizada la implantación si te apetece meter tecnología métela, pero después de haberte asegurado que lo esencial funciona: la cabeza de tus directivos.
AUTOR: Fernando Gastón Guirao
P.D. Por si alguien tenía dudas, a pesar de conocer bastante bien ambos sistemas, ni Hoshin Kanri ni Balanced Scorecard figuran en la cartera de servicios de Improva. No tengo interés específico de favorecer uno frente al otro.
7:55 de la mañana Carmen, administrativa del departamento de ingeniería, me adelanta una vez más en la carretera de Reus a Valls jugándose el tipo, a 120 por hora con su Golf GTI rojo, en una estrecha carretera comarcal, sobrepasando la línea continua y apurando hasta la siguiente curva. Llegaba tarde y corría el riesgo de perder el bonus mensual de puntualidad. Yo ya lo había perdido, así que me daba lo mismo.
En la última reunión del Club Abat de Directores de RRHH -promovido por Improva- concluimos que este tipo de comportamientos tienden a desaparecer. Los empleados defienden cada vez más “a capa y espada” su derecho a un horario digno. Las nuevas generaciones vienen con nuevos valores, que subrayan la libertad de horarios y la disponibilidad para las aficiones. Son capaces de no ir a trabajar un día –con sanción salarial, claro- para dormir la resaca después de las fiestas del barrio, o rechazar un cargo de prestigio para poder llegar a cenar en familia.
La realidad del horario laboral español está llena de paradojas, mitos, y engaños colectivos e individuales. Empezamos pronto y acabamos tarde. Tenemos por bandera la calidad de vida mediterránea, pero batimos records mundiales de estrés. Hablamos de conciliación, pero alargamos con extraescolares la subcontrata de nuestros hijos a terceros. Nos movemos entre el paradigma anquilosado de la presencialidad -más horas que un reloj- y los nuevos valores de calidad de vida y trabajar por objetivos. Patéticamente: pasamos más horas que nadie, y logramos menos que la mayoría.
Partiendo de una macroencuesta de hábitos personales se puede definir el perfil tipo actual
1. Nos levantamos a las 7 de la mañana
2. Dormimos 6 horas y media
3. Entramos a trabajar a las 8
4. Comemos en poco más de media hora.
5. No recogemos a los niños del colegio a las 5
6. Salimos de trabajar a las 7
7. Llegamos a casa cerca de las 8
8. No nos acostamos antes de las 12
Queda poco ya del tópico entrar a la oficina a partir de las 9, leer tranquilamente el periódico, la cervecita de media mañana, o la mundialmente famosa comida de dos horas con “café, copa y puro”. Fumar está prohibido y la copa de coñac es pura arqueología –y también está prohibida. Solo nos queda el café, y el Cámara Café a las 10 de la noche. Y para cerrar el cuadro, emerge sin vergüenza en nuestras oficinas todo un nuevo símbolo: el tupperware.
La verdad es que vivimos agotados. Y nos vemos obligados a trabajar muchas horas, para poder pagar el gimnasio y el psicólogo que necesitamos para poder hacer frente a tanto trabajo. Nos acostamos tarde, nos levantamos temprano: dormimos poco. Seguimos lo que irónicamente se ha llamado Horario Religioso: entrar cuando Dios manda y salir cuando Dios quiera.
Carl Honoré, conocido por su libro Elogio de la Lentitud, acaba de publicar un nuevo y punzante ensayo “Bajo Presión”, que analiza crudamente la vida sobreexigente a la que sometemos a niños y adolescentes (clases, deberes, exámenes, notas, idiomas, deportes...). Leyéndolo nos damos cuenta del carácter diabólico de los ritmos escolares, en perfecta sintonía con nuestros ritmos laborales.
Ante tanto desatino colectivo –que todos criticamos a nivel individual- tienen todo el sentido iniciativas como el Congreso Nacional para la Racionalización de los Horarios, que preside Ignacio Buqueras. Aquí están algunas experiencias aleccionadoras, comentadas en nuestro debate.
· IBERDROLA ha implantado el horario intensivo (7.30 - 15.30 horas) para el grueso de la plantilla (9.000) durante todo el año. Y parece que el servicio no se ha visto afectado negativamente.
· En NISSAN se eliminó el control formal de presencia; se llegaban a formar colas de hasta 20 minutos ante el marcador esperando la hora sólo para fichar. No es la máquina quién controla realmente el horario del trabajador, si no el mando directo cuando exige –por ejemplo- estar en una reunión a las 6 de la mañana cada día.
· Y en otra importante multinacional del sector químico en este caso, el director general ha creado la cultura que las reuniones nunca rebasen las 5.30 de la tarde. Y jugando con la hora de entrada y el tiempo dedicado a la comida, los empleados pueden llegar a casa dos horas antes.
Después de todo –como en todo- es el ejemplo de la Dirección General lo que crea los hábitos horarios: una simple mirada incriminatoria, echa por tierra cualquier medida de conciliación definida en convenio. Aunque sea ya la hora oficial, si nadie de mi categoría se va, tampoco me voy yo.
Hace unos días encontré a un Director General de una compañía en crisis (como todas) que ante la tesitura de prescindir del 10% de la plantilla, ofreció al equipo recortar el horario laboral en un 7%, pasando a horario intensivo de 8 a 15h. La aceptación fue masiva, el equipo optó por ser solidario y mejorar su calidad de vida.
Salir del ciclo de horario infernal en que estamos metidos quizá no es tan difícil, depende básicamente de creérselo e intentarlo: Yes We Can. Aprender a vivir sencillamente y con calma es una gran lección de estos tiempos de cambio (en griego crisis) que estamos viviendo. Hay que promover actitudes como el “decir basta” cuando se pasa cierta hora, cortar las conversaciones con un “seguimos mañana” -siempre que se quiere agotar el tema, se agota a las personas. Por eso nosotros lo dejamos aquí también.
AUTOR: Gabriel Ginebra Serrabou