Más de 200 personas, entre psicólogos, docentes e interesados, asistieron a la I Jornada de Alta Capacidad y Superdotación de Alicante.
El pasado 5 de octubre tuvo lugar la I Jornada de Alta Capacidad y Superdotación de Alicante, donde Fernando Gastón, Director General de Improva, habló sobre la gestión de organizaciones inteligentes y la incorporación de personas con altas capacidades al equipo de Improva.
Aún sin formar parte del equipo de RRHH alguna vez nos ha tocado entrevistar a alguien para un puesto de trabajo. Tanto puede ser un estudiante en prácticas como un candidato para la reestructuración del equipo de un cliente. Y aunque dicen que la primera impresión es lo que vale, hay que considerar otros aspectos.
Durante la entrevista intentaremos averiguar o contrastar competencias y habilidades. Para no caer en la trampa mental que puede surgir, es interesante conocer qué sesgos nos pueden hacer tomar decisiones equivocadas.
Hace no tantos años era común, para titulado de alto nivel, entregar un currículum en una empresa sabiendo con bastante certeza que te iban a llamar. Hoy eso ya no ocurre. Lo que algunos llaman sobretitulación está a la orden del día, y lo cierto es que cuando todo el mundo es especial ya nadie lo es. Los estudios universitarios y los niveles altos en idiomas ya no te colocan al principio de la cola, sino en la media.
Algo similar ocurre en el mundo de la consultoría. Hace unos años dábamos apoyo a empresas cuyos trabajadores tenían niveles diferentes de formación, mientras que hoy en día nos topamos con todo tipo de postgrados en casi cualquier nivel de las empresas. Entonces, ¿cómo podemos destacar?
Todos sabemos qué es el estrés. Lo hemos sufrido alguna vez, o lo estamos sufriendo de forma constante. Surge cuando creemos que lo que se nos exige o nos exigimos supera con creces lo que de forma individual o con ayuda de los demás podemos abarcar. Nos parece que no tenemos tiempo, recursos o conocimientos para afrontar la situación; estamos fuera de control.
A corto plazo podemos tener dolor de cabeza, dolor de estómago, trastornos de sueño, irritabilidad, falta de concentración o cansancio entre otros, pero si la situación se alarga puede haber “burnout” y consecuencias más graves para la salud como ansiedad, depresión, insomnio, obesidad, aumento de la presión arterial, enfermedades cardiovasculares y debilitamiento del sistema inmunológico.
Las oficinas se crearon para ayudar a las personas a colaborar entre sí. Sin embargo, la gran mayoría falla en el intento. Algunos de los obstáculos son de procedimiento: las reuniones se alargan demasiado, todo el mundo habla a la vez, la agenda no está bien coordinada, no hay suficientes pizarras blancas, o las ventanas o espacios de descanso están desproporcionados con malicia. Sin embargo, son muchos más los problemas de naturaleza psicológica. Las personas no están colaborando porque hay demasiado defensiva, rivalidad irracional, ganas de complacer a la gente, negatividad, fanfarroneo, exceso de control de conducta, maniobras secretas, hostilidad, no-escucha, etc.