El abeto fue elegido por los cristianos para representar, con sus tres lados, la Navidad. Así se evocaba la Santísima Trinidad en estas fiestas. Además, es común en innumerables culturas su carácter simbólico de nacimiento, crecimiento y vida eterna.
Pero también tenemos otros árboles para lanzaros nuestros mejores deseos durante todo el año: