Qué lejos quedan yo los pausados periodos de reflexión para la toma de decisiones y la clara focalización de nuestro equipo de gestión. La velocidad aumenta y el ritmo necesario de análisis y gestión se vuelve vertiginoso. Aquellos que creen que la nueva era de la gestión se llama teletrabajo, se equivocan. El teletrabajo es la punta del iceberg. Hablamos de deslocalización, micronización de la acción. Todo es pequeño y rápido. Y la forma de afrontarlo debe cambiar también. Ahora la trazabilidad es todo un reto, la optimización del tiempo del personal una odisea y la priorización de lo relevante casi un espejismo. Y todo esto ya era así a principio de año y, a raíz del covid, se ha acelerado muchísimo. De todo ello vamos a hablar.
Nos acompañan en esta sesión:
Mª Jesús Álava es CEO de Apertia Consulting y CEO del Centro de Psicología Álava Reyes. Es colaboradora docente en EOI, la Universidad Complutense de Madrid, La Universidad Internacional Menéndez Pelayo y diferentes escuelas de negocio. Cuenta con una gran experiencia en la gestión del cambio en organizaciones y una especial sensibilidad para las líneas de acción enfocadas a lograr la felicidad laboral.
Fernando Gastón es ingeniero y MBA por IESE Business School. Tiene casi 30 años de experiencia en proyectos de consultoría de operaciones y organizaciones, liderando numerosos procesos de cambio enfocados a la transformación para la excelencia en compañías de múltiples sectores y dimensiones. Actualmente es miembro del consejo asesor de INEO-IESE, además de Director General y Fundador de Improva Consulting y Synapcor Technologies.
Blanca Fondevila es e-Learning Experience Manager en IESE. Posee un gran enfoque hacia la educación con gran bagaje en proyectos de transformación hacia sistemas que maximicen la experiencia del cliente. Con más de 20 años de carrera en la escuela de negocios IESE, ha podido experimentar y liderar una transformación absoluta en términos de IT, garantizando siempre el correcto alineamiento de personal y herramientas para dar respuesta a las necesidades del alumnado.
Además, la sesión es moderada y conducida por Ezequiel Blasco, experto en comunicación estratégica y Director de Marketing en Improva Consulting.
¿Qué es la micronización de la acción o de la gestión? ¿Hace falta inventarle un nombre a esto?
Fernando Gastón expone que hacía falta inventar este término porque no existía, y el término micronización se ajusta muy bien a lo que está ocurriendo. Hace años, entrabas en una empresa, hacías 4 cosas y tenías muchísimos resultados. Ahora las empresas son mejores y cuesta mucho más mejorar. Ahora todos tenemos que hacer cientos de cosas para mejorar un poco, y así aparece esta absoluta necesidad de agilidad. Combinado con transversalidad, innovación y mayor exigencia de clientes, tenemos que actuar con velocidad, cambiando de tarea continuamente, implicando a mucha gente y sabiendo siempre en qué punto estamos. Todo esto hace que, en la dimensión de la gestión, hablemos de ineficiencias del orden del 30%.
Estamos acostumbrados a aplicar tecnología para optimizar todo tipo de procesos complejos (productivos, analíticos, etc). Quizá la gestión de todas estas microacciones se vuelva excesivamente compleja. ¿Qué puede aportarnos la tecnología en este sentido?
Fernando señala que no solamente es la tecnología, sino también los hábitos personales y los procesos. La tecnología puede ayudarnos a trazar todas esas acciones, implicar a los diferentes actores, organizarnos nuestro tiempo… pero no podemos olvidar, añaden Mª Jesús y Blanca, que la tecnología es el medio, y no el fin, y que debe ser aplicada cuando toca y como toca.
¿Qué impacto tiene el ritmo frenético que llevamos, con 40.000 temas siempre en danza, en los modelos formativos? Cuéntanos, Blanca, qué impacto tiene en el IESE y en la concepción de sus programas y también qué problemas de la formación tradicional ataca el e-learning.
Blanca reflexiona sobre que los modelos educativos nunca han estado bien. Llegar a los 21 años con ninguna experiencia en el ámbito de los campos sobre los que te estás formando está mal. Siempre ha estado mal. Claro, con el Covid, las nuevas tendencias formativas se han disparado, pero no son a causa del Covid, sino acelerados por el Covid.
El cambio es una constante. Hoy analfabeto no es el que no sabe leer, es el que no sabe integrar el cambio. La formación debe tener en cuenta esta dimensión. El e-learning permite incorporar a la formación el cambio de una manera más sencilla. Las nuevas líneas de microlearning, con formato cápsula que tienen sentido por si solas, nos permiten aprender algo y aplicarlo inmediatamente.
Por supuesto, es necesario tener una plataforma potente que dé soporte a este learning by doing. En el IESE se aplica esta metodología de casos con parones continuos para volver al mundo real y poder practicar. Si progresivamente integramos la formación y la práctica, alcanzamos un punto de omnilearning, donde la formación es absolutamente continua a lo largo de nuestra vida.
Cuando Improva trabajó con IESE, trató de alcanzar esta transversalidad en su análisis sobre los procesos. Entendió que la formación no era un momento, sino una forma de concebir el día a día. Para ello es necesario analizar toda esa transversalidad y simplificar al máximo.
Mª Jesús añade que, dados los cambios actuales, las competencias del docente también cambian, y ahora el reto va a ser mantener el interés y la motivación. Eso es difícil de conseguir en un modelo de formación magistral denso y largo.
¿Puede ser igualmente efectiva la formación online o va a ser obligatorio combinarlo con lo presencial? ¿Qué ventajas y desventajas encontramos?
Blanca responde que estamos acostumbrados a que la formación, cuando ya estás en el mundo laboral, sea un momento de disfrute. Al funcionar online podemos perder esa capacidad de disfrutar, ese “slow food” de disfrutar de las cosas. En el modelo online quizá todo eso tengamos que forzarlo.
Mª Jesús añade que ese disfrute funciona como un refuerzo a la hora de aprender, y debemos potenciarlo. Ahora mismo, esta “nueva normalidad” nos está empujando a no poder desconectar y no poder disfrutar.
Blanca apunta que, pese a esas deficiencias, el online tiene ventajas, especialmente cuando se combina en aulas la dimensión presencial y la dimensión online. Si logramos aplicar todas esas opciones del online (votaciones en directo, chat en paralelo, material, etc) a sesiones presenciales, el resultado puede ser magnífico.
Fernando recuerda que, aunque podamos forzar esos espacios entre formación y trabajo, esos huecos se acaban llenando de mensajes y llamadas. Todo se atomiza y se reduce al máximo, incluidas las conversaciones del día a día.
Mª Jesús alerta el peligro de la esclavitud de conexión. Hay que parar, hay que no mirar, debemos descargarnos y tener nuestros ratitos.
Toda esta velocidad, esta falta de descanso y este cambio continuo aumenta, y mucho, la complejidad de nuestro día a día. Si todo se sigue complicando así, ¿vamos a poder evitar volvernos locos en el trabajo del futuro? ¿Estamos condenados a no ser felices en el trabajo y a cargar con los archicomunes estrés y ansiedad?
Mª Jesús apunta que antes del Covid, en España, estrés y ansiedad ya eran la primera causa de las bajas laborales. Pero a raíz del Covid, el aumento de estrés y ansiedad ha aumentado exponencialmente, apareciendo dificultades continuas para dormir, para desconectar, para gestionar el día a día, etc. Detrás de todo ello subyace la idea de “no controlo mi presente, mucho menos mi futuro”.
Los altos niveles de ansiedad dificultan la desconexión del sistema nervioso autónomo. Todo esto genera un estado de vulnerabilidad laboral importante. También es cierto que esta nueva realidad nos está enseñando a entender mejor nuestras emociones y las de los que nos rodean.
¿Podemos hablar de consejos o best practices que podamos aplicar en las empresas para paliar estos efectos?
El trabajo puede ser salud o enfermedad, indica Mª Jesús, y eso va a depender de la valentía o de la miopía de la compañía. Una organización saludable promueve la flexibilidad, la felicidad como objetivo clave, el liderazgo emocional, la diversidad de género y cultural y el desarrollo de las personas. Se debe escuchar, dar tiempo a las personas, generar participación colectiva y dedicar tiempo a la salud. Hablamos de salud a tres niveles: física, emocional y relacional.
Por otro lado, ¿qué les piden ahora mismo los trabajadores a las organizaciones? Claridad de funciones y liderazgo cercano y empático. Las organizaciones lo que buscan es proactividad, compromiso y capacidad de automotivación. Esos elementos se pueden promover.
Así que, en definitiva, las organizaciones debemos potenciar autonomía, apoyo y preocupación por el bienestar del equipo, implicación de todo el equipo, apoyo máximo a los supervisores, apoyo a los mandos intermedios y potenciar la formación de los empleados en las nuevas competencias.
Y si todo cambia, entendemos que el liderazgo debe cambiar también. ¿Cómo debe ser este líder de la nueva era de la gestión?
Necesitamos un líder cercano, asegura Mª Jesús, que tenga la capacidad de reaccionar generando una sensación de justicia. El líder del futuro tendrá que dedicar mucho más tiempo a su gente. Desde la psicología pensamos en las 4 grandes C: comunicación (transparente y cercana), confianza (hacia el equipo y desde el equipo), coherencia y compromiso.
¿Tienen los CIO todas las capacidades para elegir tecnología? ¿Qué rol juegan las consultoras en todo esto?
Fernando apunta que en las compañías falta visión de qué papel se quiere que juegue la tecnología en la compañía a futuro. No tener clara la meta, fijar un rumbo es complicado, y es fácil caer en la compra de tecnología por el simple hecho de que el vecino la ha comprado o te la han vendido muy bien.
Si pensamos, por ejemplo, en los múltiples canales de comunicación que usamos, y en qué queremos a futuro, podemos tender a la focalización y reducción de opciones para reducir el caos de la gestión. Este tipo de visiones nos la puede aportar una consultora externa.
¿Qué consejos podemos dar a los legisladores que trabajan en normativa para el trabajo online?
Blanca indica que esto es algo que ya ocurre en diferentes países. Estamos en una fase de prueba y error, pero aún así, la normativa es poner puertas al campo. La base debe ser educacional. Debemos promulgar el respeto a la vida personal en las organizaciones. Cuando esto se hace en las organizaciones, comenta Mª Jesús, la reacción del equipo es muy positivo.
Fernando añade que la atención continua a las urgencias suele evidenciar carencias en la gestión. Si vivimos en continuas urgencias debemos reflexionar por qué.
¿Es factible reinventarse cada 3 años o corremos el riesgo de cambiar por cambiar?
Bueno, hablamos de revisarnos y reflexionar, continúa Blanca. Todo ello con sentido común. Por supuesto, caer en la vorágine del cambio por cambiar es un sinsentido y hay que evitarlo. No todo lo antiguo está mal y no todo lo nuevo está bien. Mª Jesús comenta que en el proceso de cambio hay errores, claro pero que lo relevante no es equivocarse, sino saber reaccionar. Con curiosidad siempre, por supuesto.
¿Cómo afecta el estilo de liderazgo a que mi equipo esté separado y solo pueda coordinarlo?
Ahí está el error, indica M ª Jesús. Podemos hacer mucho más que coordinar. Podemos escuchar, podemos apoyar, podemos entender, podemos estar con ellos. Es un gran momento para ser un gran líder.
Para cerrar, Fernando reivindica la visión en la lejanía. Es difícil, pero hay que levantar la mirada para transmitir esa visión al resto del equipo y empezar a imaginar cómo será el futuro.
Blanca pone el foco en simplificar. Debemos integrar laboral con personal. Debemos abrir la mente y maximizar la curiosidad. Por último, confiemos en la gente en lugar de maximizar el control.
Mª Jesús recuerda que es el momento en el que más nos necesitamos: cercanía, empatía y asertividad. Las organizaciones que se preocupen por la felicidad de sus integrantes son las que mejores resultados arrojarán. Es el momento de llenarnos de esperanza, afecto y salud.
Tras estas brillantes aportaciones agradecemos a Fernando, Blanca y Mª Jesús, que hayan podido compartir este rato con nosotros. Gracias por arrojar luz a este fenómeno que estamos viviendo en el mundo de la gestión. También agradecemos a Ezequiel su estupenda labor dinamizando la sesión.
Lo cierto es que esta velocidad nos arrastra a todos, nos hace caminar, si no correr, a contrapié y nos lleva al límite. Podemos seguir funcionando con la lengua fuera y ver hasta dónde somos capaces de llegar antes de caer extenuados, o podemos obligarnos a parar, mirar qué debemos cambiar, cambiarlo y retomar así una marcha controlada, una marcha exigente pero factible y, en definitiva, una marcha sostenible en el tiempo. En este sentido, como todos ya sabéis, el equipo de Improva está a vuestra absoluta disposición. Podéis contactar con nosotros a través de email, web, RRSS o cualquiera de nuestros teléfonos. Muchísimas gracias a todos por asistir y nos vemos en la próxima Clave del Café.
Si queréis ver el video completo de la sesión, podéis enviarnos un email con vuestros datos a improva@improva-consulting.com.