Ya he hablado en tres ocasiones que todas las organizaciones, personas y situaciones de negocio se pueden interpretar desde tres perspectivas: Eficiencia, desarrollo y cohesión; eficiencia, atractividad y unidad le llaman en el IESE. Hoy me gustaría hablar de la que menos atención recibe por parte de gestores y académicos, la cohesión.
Que la cohesión sea la que menos atención recibe no es casualidad, es la menos tangible de todas ellas.
La eficiencia es extremadamente palpable y medible, todo el mundo se siente cómodo con ella desde hace años.
- El desarrollo/atractividad tiene mucho que ver en como las organizaciones aprenden e innovan y la importancia de ello ya es para todos una evidencia en el siglo XXI, con una importancia creciente en los últimos años. Medirlo no es trivial, pero la gente se inventa cosas, aunque ni mucho menos están muy desarrolladas las medidas al respecto. Este conocimiento, la formación de las personas, se llega a hacer muy tangible cuando analizamos problemas a los que se enfrenta una empresa en su día a día. Raro es un problema que no tenga detrás una incapacidad de un individuo en algún aspecto: conocimiento de un proceso, alguna habilidad directiva, alguna habilidad técnica,...
- La cohesión es esquiva, con su medición se trata de evaluar cosas bastante etéreas como:
- El nivel de implicación de las personas con la misión de la empresa.
- Si se sienten los empleados orgullosos de lo que hacen.
- En qué medida los objetivos corporativos llegan a todos los niveles adecuadamente interpretados.
- ¿Viven los empleados en su día a día los valores corporativos?
- En qué medida los empleados interpretan adecuadamente las prioridades del plan estratégico, y lo que es más importante, actúan en consecuencia.
- ¿Qué nivel de conocimiento tiene la dirección sobre la realidad de lo que está sucediendo varios niveles más abajo?
Para mi la cohesión es la más fundamental de las tres dimensiones para la empresa operativamente excelente. Cualquier proyecto que pretenda implantar la excelencia operativa tiende a medir su éxito en base a las mejoras de eficiencia que consigues a base de poner en marcha las 5S's, las 5P's, grupos de mejora, TPM,... pero se olvida de lo que es realmente fundamental en la empresa excelente:
"Conseguir la implicación total de las personas; que las personas no estén únicamente preocupadas por lo que les afecta a ellos: lo que ganan y lo que aprende, sino que se impliquen a tal nivel que estén deseando poner todo su esfuerzo y conocimiento al servicio de la empresa".
La empresa ya puede tener puestas en marcha todas las herramientas Lean y six-sigma del mundo, que si las personas actúan de manera conservadora a la hora de volcar sus conocimientos y experiencias en post de la misión corporativa, el proyecto es un fracaso, por mucho que durante unos años los resultados hayan mejorado sustancialmente. Si no logramos mejorar en indicadores de cohesión organizativa, la empresa antes o después empezará a decaer, ¡y es tan fácil olvidar estos indicadores cuando lo único que cuenta es el pelotazo de pasado mañana!
Hace unos años estábamos diseñando los servicio que iba a prestar mi empresa, improva. Teníamos claro que en la búsqueda de la excelencia queríamos poder cubrir las tres dimensiones: Eficiencia, Desarrollo y Cohesión. Teníamos experiencia especial en las dos primeras y sustancial en la tercera, pero nos faltaba cubrir un aspecto fundamental de la última dimensión:
¿Cómo evaluar en qué medida las personas viven los valores organizativos?
A quiénes pregunté no tenían ni idea, así que me puse a rascar en la literatura. El primer gran qué era...
¿QUÉ ES LO QUE ENTENDEMOS POR VALORES?
Cuando te pones a pensarlo te metes rápidamente en tierras cenagosas; el concepto valores es excesivamente abstracto y poco concreto. En algunos casos, el concepto valores es entendido y usado como sinónimo de creencias, y en otros casos, como sinónimo de actitudes. Este difusión del concepto tiende a dificultar la comunicación cuando se habla de este tema.
Los valores han sido definidos como creencias (Curtís, 1962; Rokeach, 1973);
representaciones cognoscitivas de necesidades humanas (Borgatta & Borgatta, 1992); criterios
de evaluación (Salazar, 1984); categorías generales (Rodríguez, 1980); metas o estándares
(Goldenson, 1984); ideas (Curtis, 1962; Marshall, 1994); atributos individuales (Rokeach, 1968,
1979); juicios morales ÇNilliams & Calás, 1984); modos normativos (Jacob & Fiink, 1962),
marcos de referencia globales (Padua, 1982); pensamientos, sentimientos y predisposiciones
(Bittel, 1985).
pero, le dimos vueltas y al final llegamos a adoptar una definición:
"Los valores son atributos individuales que afectan las actitudes,
percepciones, necesidades, motivación y guían las
acciones y juicios dentro de una variedad de situaciones"
Los valores tiene determinadas características fundamentales para su comprensión:
- Los valores no son propiedades innatas de los seres humanos, sino predisposiciones a reaccionar que han sido aprendidas dentro de las normas y parámetros de una sociedad específica. Los valores son creencias. Como creencias, representan la información que la gente tiene acerca de un objeto. Esta información proviene de un proceso de aprendizaje de toda una vida.
- Los valores son criterios internos de evaluación, relativamente generales y durables. Como tales, éstos difieren de otros conceptos, como actitudes. Las actitudes son modulables.
- El sistema de valores de una persona es el resultado de la organización jerárquica de éstos de acuerdo a la importancia relativa que tienen para el o ella.
¿CUALES SON LOS VALORES FUNDAMENTALES?
Se encuentran diferentes clasificaciones de valores, pero la más aceptada y utilizada en la literatura es la de Schwartz(1999):
- Autodirección. Independiente en la acción y el pensamiento.
- Estímulo. Necesidad de una vida variada, excitada, osada, curiosa.
- Hedonismo. La necesidad de la obtención de placer o gratificación.
- Logro (Realización). La búsqueda del éxito personal.
- Poder. Necesidad de alcanzar el control o dominio de las personas y de los recursos.
- Seguridad. La meta o realización de este tipo motivacional es la armonía y estabilidad de la sociedad, de sus relaciones y de sí mismo
- Conformidad. El propósito de este tipo de valor es restringir acciones, inclinaciones y probables impulsos que pueden alterar o dañar a otros y violar expectativas de normas sociales.
- Tradición. El respeto, la dedicación y la aceptación de las costumbres e ideas que la propia cultura imponen sobre uno mismo.
- Espiritualidad.La necesidad de dotar a la vida de un significado y coherencia frente al aparente sin sentido de la existencia diaria.
-
Benevolencia. La preocupación por el bienestar del prójimo a través de la interacción diaria de los
individuos.
-
Universalismo. Su propósito es lograr el bienestar de todas las personas y
de la naturaleza en general.
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¿CÓMO MEDIR LOS VALORES FUNDAMENTALES?
Pues con un test que sirve para valorar cada una de las 11 dimensiones anteriores, en realidad 10, por que en los proyectos de investigación y en las empresas por precaución, la cuestión de la espiritualidad tiende a dejarse de lado, resultando un modelo de 10 valores.
Dicha clasificación de valores de 11 clases de valores se desglosan en 56 que son las que valora el
cuestionario de schwartz(paginas 7-8 del enlace). En el test se realiza una valoración de 1 a 7 de cada uno de los valores.
Existen otros modelos como el de Hartman, adoptado por la Sociedad española de axiología, pero no me pareció tan completo ni aceptado en el mundo académico y un batiburrillo de otros modelos que resume la siguiente tabla.
El modelo de valores permite utilizarlo para: