Reducimos nuestras opiniones y nuestro nivel de agobio con la situación actual a lo que leemos en titulares y en estadísticas concretas, pero el escenario tiene tantas variables que es imposible entender la realidad en cuatro números.
Toda la gente de mi equipo conoce mi frase “los números del cliente SIEMPRE están mal”. Forma parte del welcome pack en Improva. Da lo mismo las veces que lo repita, cuando empezamos un análisis, el consultor novato, por senior que sea, se lanza de cabeza a por los números, a hacer excels, a rascar datos, a hacer correlaciones estrambóticas.
Las razones son tres:
Ficho a muchos ingenieros convencidos de que la realidad se puede conocer a través de los datos. Eso hay que cambiarlo.
Todos deberíamos haber trabajado como camarero, mecánico, operario o administrativo en vez de vivir entre algodones. Entenderíamos mejor el mundo.
Es más cómodo estar en una sala de juntas trabajando con aire acondicionado que manchándose de grasa en el sofocante ambiente del taller para entender de verdad la realidad.
Con el coronavirus nos inundan a estadísticas, pero los datos tienen enormes lagunas, y cuando los comparamos entre países ya ni te digo… Y eso ocurre por un montón de razones:
Los criterios y procedimientos para identificar, y contabilizar infectados, fallecimientos, causas de fallecimiento, etc. son diferentes en cada país.
Apretujado en un bar de tapas en Sevilla tomas conciencia de que la tasa de contagios por infectado en Sevilla y, por lo tanto, el ritmo de expansión de la enfermedad y la carga vírica en el contagio pueden ser diferentes en España y Noruega.
Directamente, los datos se pueden manipular por intereses políticos.
La calidad del sistema sanitario permite identificar con mayor o menor precisión los casos y su gravedad.
Una persona fallecida con afección previa puede ser imputada o no al coronavirus dependiendo del criterio aplicado.
Que los test sean pagados por la salud pública o personalmente afecta también a las estadísticas. Hay gente que no se lo puede pagar, se infectan y que sea lo que Dios quiera.
Las pirámides de edad de cada país son diferentes, por lo que las diferencias estadísticas de mortandad por franja de edad pueden ser muy diferentes.
Existe un decalaje temporal entre que te infectas y falleces, por ello en un entorno en el que los hechos evolucionan rápidamente, las medidas son inestables. La ratio entre infectados y fallecidos hoy no dice nada, o poco.
La propia evolución de calidad de los test, que cada vez proporcionan resultados con mayor anticipación, incluso antes de aparecer los síntomas, alteran las estadísticas.
Para la gripe anual no se hacen pruebas analíticas específicas por lo que se puede acabar contabilizando como gripes dolencias que no lo son.
El número de identificados asintomáticos, niños por ejemplo, puede divergir entre enfermedades. Es más difícil compararlas si son muy distintas en naturalezas. Que dos virus se parezcan en nombre no es necesariamente relevante.
El desbordamiento del sistema (enfermos en espera, plazo en el que se tarda en hacer un análisis, etc.) distorsiona también el número de identificados.
Con el sistema sanitario desbordado, hay fallecimientos indirectos por otras enfermedades que pueden imputarse a o no al coronavirus aunque no sea el culpable directo.
Es más, dado que las circunstancias dentro del propio país evolucionan rápidamente la evolución de los ratios puede cambiar sin reflejar ningún problema adicional más allá de que la calidad de los datos utilizados no es estable.
Al final, el entrar en pánico al ver una estadística es una cuestión más emocional que racional. Nos hace sentirnos bien que el miedo tenga una base racional, aunque esa base sea una estadística distorsionada.
Para profundizar en el entendimiento de estadísticas sobre el coronavirus os dejo algunos artículos:
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/02/29/opinion/1583001539_367933.html
https://www.lavanguardia.com/vida/20200214/473547859920/cifras-coronavirus-china-hubei-covid-19.html
https://www.lavanguardia.com/vida/20200214/473547859920/cifras-coronavirus-china-hubei-covid-19.html
NOTA: no hay ningún estudio estadístico serio que acredite que la tasa de mortalidad es menor entre aquellos que acumulan docenas de rollos de papel higiénico en sus casas.