Cualquier proceso de transformación con el que se quiera generar impacto debe actuar sobre 4 palancas: los procesos, la gestión de los procesos, el modelo organizativo y las capacidades organizativas. Y por encima una quinta palanca que las apoya: la tecnología.
Las compañías que fallan a la hora de conseguir la máxima agilidad tienen problemas, al menos, en uno de esos cuatro frentes. No hay más.
Y deben serlo. Mi objetivo, por eso no es hablar de los directivos sino de porque las organizaciones son extremadamente torpes y lentas y en qué debemos enfocarnos para agilizarlas, pero primero quiero compartir con vosotros un determinado punto de vista, simple, pero que facilita sobremanera entender qué pasa en todas las empresas.
La función principal de cualquier directivo es generar y resolver problemas. Es una visión simplista pero bastante útil. Alguna me dirá “y tomar decisiones”. Ya, pero tomar decisiones no es más que una necesidad que surge de la existencia de un problema, elegir entre alternativas que resuelven una determinada situación.
Vivimos en un mundo de colas. La cola para subir al autobús, la cola para ser atendido en un centro de atención telefónica, la cola en el supermercado. Colas, colas, colas, están omnipresentes en nuestras vidas. Las colas en general son cola FIFO, el primero que llega es el primero que sale (First In FIrst Out). Tiene sentido que sea así. Es un criterio de justicia y también un criterio de eficiencia. En general, sí llegas el primero, tienes que ser atendido el primero, sin más complicaciones. En la nevera de casa tienes que ir con cuidado. Al ser tanto la entrada como la salida por la parte frontal, los yogures tienden a quedarse demasiado tiempo al fondo de la nevera, manejamos la cola en modo LIFO y si no nos damos cuenta podemos estar sacando primero lo último que entró, corriendo el riesgo de que lo que lleva más tiempo comprado caduque.
Las plataformas colaborativas son el común denominador de la mayor parte de iniciativas de transformación digital aplicada a la operativa de las organizaciones. Muchas organizaciones están utilizando Yammer como una especie de Facebook interno o están implantando Sharepoint o empiezan a utilizar Asana o Trello para la gestión de proyectos. El jugo que le están sacando a esas aplicaciones es mínimo, pero además la visión de futuro de cómo operarán estas organizaciones es simplista y pobre en matices. Nadie se preocupa de respuestas del tipo ¿hasta dónde podemos llegar mediante el uso de una plataforma colaborativa? ¿Podemos llegar a eliminar el correo electrónico? ¿Hasta qué punto podemos ser ágiles?
Jordi Caner, Senior Consultant de Improva, ha trabajado directamente en la organización de uno de los grandes eventos tecnológicos de referencia mundial que se celebra en Barcelona. El nivel de exigencia durante los cuatro días que dura el evento es máximo, y todos los procesos deben funcionar a la perfección. Hoy nos cuenta las claves para lograr un éxito rotundo.