Hay organizaciones muy activas que generan continuamente multitud de acciones. Tienen:
Grupos de mejora.
Auditorías de calidad.
Sistemas de objetivos y reuniones de gestión.
Proyectos de cambio y transformación.
Incidencias a resolver que generan multitud de pequeñas actuaciones.
Cualquier estupidez que se le pasa al jefe por la cabeza.
Como consecuencia, toda la organización vive con la sensación de estar continuamente desbordada… y es así. Son organizaciones “que le tiran a todo lo que se mueve”.
En septiembre de 2017, Bird, la empresa estadounidense de patinetes eléctricos compartidos, lanzó su primera operación en la ciudad de Santa Mónica, California. Apenas dos años desde entonces, los patinetes eléctricos se han convertido en una súbita revolución global para la movilidad urbana, proliferándose en centenares de ciudades mediante la rápida aparición de empresas de e-scooter sharing (Lime, Tier, y Scoot, entre otras).
Llevamos años incidiendo en la eficiencia individual, en la organización del trabajo personal. Aplicamos metodologías para eficientar nuestro trabajo (GTD la más valorada) y, aun así, los mandos intermedios de las organizaciones y muchos de sus trabajadores llegan a casa con la sensación de que no han aportado el valor añadido que esperaban. De hecho, se estima que a pesar de todos los esfuerzos, en promedio en USA, se aprovecha tan solo el 45% del tiempo de las personas.
La razón es que incidir en la eficiencia personal, que está bien y es necesario, culpabiliza únicamente al individuo, que ve como las ineficiencias vienen fundamentalmente de su entorno. La palma de oro de toda esta ineficiencia se la llevan las reuniones y el email. No hace falta hacer grandes estudios científicos, basta con preguntar a todos tus colegas. El resultado es apabullante: cerca del 100% de las personas piensan que la causa principal de sus ineficiencias son las reuniones y el email.
¡Improva suma y sigue! Tras un 2018 cargado de trabajo, pero también de muchos logros y alegrías, tenemos el placer de anunciaros que nuestros compañeros de Valencia se mudan.
Nuestra antigua sede se nos ha quedado pequeña y es que nuestro equipo no para de crecer. Las nuevas oficinas, que destacan por su modernidad, están situadas en Calle Copérnico 8, en el Parque Tecnológico de Paterna.
¡En Improva no paramos de crecer! Prueba de ello son los excelentes profesionales que siguen uniéndose a nosotros.
En esta ocasión tenemos el placer de dar la bienvenida a Jesús Dueso como Socio Director en la oficina de Zaragoza. Esta nueva incorporación supone un paso más hacia la excelencia.
Jesús es Ingeniero Industrial Superior y MBA por la Universidad de Zaragoza. Eso sin hablar de sus casi 30 años de experiencia en diferentes puestos de gran responsabilidad.
