La cultura financiera de la “escalabilidad” inmediata empuja a las startups a generar productos tecnológicos paquetizados, poco personalizados y enormemente simplificados que puedan llegar a generar “pelotazos”. Por el camino, sacrificamos lo que sea.
En los últimos días se han puesto en contacto conmigo dos empresas: a una de ellas les planteé una propuesta de colaboración hace tres años, a la otra les hice una demo de Synapcor hace unos meses. Ambas se lo han repensado después de haber estado dando vueltas y ahora se plantean Synapcor como la única opción que realmente puede servir a sus intereses.
Antes de que llegara el coronavirus, el pensamiento convencional respecto a la oficina ya había empezado a cambiar. Además de la revolución digital y el aumento del teletrabajo, los costes relacionados al espacio de oficina iban al alza en muchas ciudades. A su vez, esto había potenciado los espacios de oficina con diseños más abiertos, así como la competitividad del coworking.
Luego, en marzo de este año, millones de profesionales topamos con la experiencia forzada de trabajar desde casa. Y ahora que muchísimas empresas están gestionando el regreso a sus oficinas en un contexto de precaución e incertidumbre, el principal augurio en los titulares es que “el teletrabajo ha llegado para quedarse.”
Aunque esta afirmación sea correcta, también nos obliga a un replanteamiento del trabajo presencial al mediano y largo plazo.
La Excelencia Empresarial es el conjunto de prácticas sobresalientes en la gestión de una organización y el logro de resultados basados en conceptos fundamentales, entre los que se incluyen: la orientación al cliente, la obtención de resultados, liderazgo y constancia, gestión y estandarización de procesos, implicación de las personas, innovación y mejora continua, alianzas ganadoras y la responsabilidad social.
Combinamos entonces dos conceptos claramente definidos: practicas sobresalientes y logro de resultados.
Es interesante que tengamos claros estos conceptos. ¿Cuántas empresas se mueren con prácticas sobresalientes, pero sin resultados? ¿Cuántas empresas con resultados mueren por desarrollar practicas sobresalientes? Prácticas y Resultados.
En los últimos años ha habido una democratización de una serie de tecnologías que nos dan la oportunidad de mejorar, pero ¿mejorar qué? Muchas son las empresas que empiezan a digitalizar procesos y no acaban de aumentar ventas, o mejorar el margen, o adaptar sus productos a las necesidades de los clientes. ¿Qué hacemos mal?
El principal reto de la mejora empresarial mediante la digitalización es que en ella intervienen muchos actores y todos hablan idiomas diferentes. El implementador (o informático) no conoce las necesidades del negocio, el directivo no conoce las posibilidades de la tecnología, el estadístico no sabe de integración o de arquitectura, los que recopilan datos no saben de estadística, etc. Son dos mundos que chocan y para sacarle todo el jugo posible a la tecnología tenemos que unirlos. Para ello se recurre lo que se llama comúnmente como “el orquestador”. Para que la digitalización sea un éxito necesitamos tener claro qué queremos obtener de ella y como lo implementamos.
En nuestra cuarta sesión de La Clave del Café hemos podido hablar sobre tecnología y lo prioritario que está siendo en este momento para las empresas abordar su propia transformación hacia un modelo más tecnológico. Jordi Marín, Emma Fernández y Carles Puente (con la moderación de Jordi Asensio) han reflexionado sobre retos, barreras y próximos pasos para cualquier organización que no quiera quedarse atrás.
Numerosas empresas tenían en marcha, o planificados, numerosos proyectos de transformación tecnológica. ¿Cómo ha afectado la situación actual a este tipo de proyectos?
Emma Fernández concreta que hay que diferenciar entre empresas generadoras de tecnología y empresas consumidoras de tecnología. Muchas de las empresas generadoras han dedicado esfuerzos a tratar de solventar, o al menos paliar, el problema que estamos viviendo (respiradores, robots de desinfección, etc). Por otro lado, otras empresas han aprovechado el bajón de actividad para revisar procesos e impulsar cambios que han considerado necesarios en el futuro. En el caso de las empresas consumidoras de tecnología, especialmente las enfocadas a B2B, han tenido que entrar en un proceso de digitalización de sus canales comerciales express con unos resultados muy dignos.