La cultura financiera de la “escalabilidad” inmediata empuja a las startups a generar productos tecnológicos paquetizados, poco personalizados y enormemente simplificados que puedan llegar a generar “pelotazos”. Por el camino, sacrificamos lo que sea.
En los últimos días se han puesto en contacto conmigo dos empresas: a una de ellas les planteé una propuesta de colaboración hace tres años, a la otra les hice una demo de Synapcor hace unos meses. Ambas se lo han repensado después de haber estado dando vueltas y ahora se plantean Synapcor como la única opción que realmente puede servir a sus intereses.
Ya tenemos a vuestra disposición la novena sesión de La Clave del Café, con el título “Las dificultades para entender lo que quiere nuestro cliente B2B”. ¿Te la perdiste? No te preocupes, porque aquí podrás ver el video completo.
Y te adelantamos que la clave es querer entender al cliente. En los negocios B2B no vale ponerse de perfil. Hay que profundizar para poder alinear la organización hacia la comprensión del cliente, creando unos sistemas que lo permitan. Y, por supuesto, que no te canses nunca de preguntar a tu cliente.
Seguimos con nuestros encuentros digitales con una nueva edición de La Clave del Café dedicada a las dificultades para entender las necesidades de nuestros clientes en el entorno B2B. Esta novena edición tendrá lugar el próximo 02 de junio a las 17:00, con una duración de una hora.
El know-how de una empresa es la agrupación de todos los conocimientos que ha adquirido un negocio a lo largo del tiempo. Se trata de un bien intangible que supone un gran activo para las distintas divisiones de la empresa, tanto en la parte técnica como en la operativa y la estratégica.
La administración del know how de una organización no es una tarea fácil. Desarrollas unas buenas prácticas lleva tiempo, y conseguir que el personal las asimile e interiorice no es rápido ni sencillo. Además, el know how de un negocio presenta las siguientes características.
Nadie cuestiona la importancia que las soft skills (o habilidades blandas) de las personas que configuran cualquier organización empresarial tienen, actualmente, para construir la nueva cultura que las empresas necesitan para adaptarse al entorno VUCA en el que se encuentran.
Tampoco es cuestionable que tener buenas habilidades sociales e interpersonales, analíticas y de planificación o de liderazgo y dirección, son características imprescindibles para enfocar correctamente las culturas empresariales, dotarlas de un propósito y un sentido que vaya más allá del puramente económico y empresarial. Parece claro que revistiendo a las soft skills humanas del papel prioritario que les corresponde, desarrollaremos más fácilmente la cultura de los stakeholders, poniendo en el mismo plano a las personas internas, la sociedad, los proveedores, los accionistas y a los clientes, y, como decíamos, no dejando que el beneficio y la rentabilidad sean los únicos factores importantes de la empresa.